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martes, 6 de diciembre de 2016

Murió Fidel

Ni llorar ni festejar

Murió Fidel y nos vimos sometidos a una ducha de imágenes heroicas: el barbudo bajando de la Sierra, entrando en La Habana, discurseando desde su cátedra eterna, sobreviviendo a cientos de atentados, invulnerable como un héroe antiguo, triunfante.
Se mantuvo en el poder absoluto en su isla durante 46 años, conservó su ascendencia y su poder de veto a pesar de la invalidez de la enfermedad, y murió en su cama a los 90 años.
Sus restos fueron cremados a las pocas horas, apresuradamente, vaya uno a saber por qué.
Algunos lo lloran, otros lo maldicen, otros festejan. Los que festejan quizás lo creían inmortal, no sé. Tampoco puedo llorarlo porque no lo conocí como persona, ni maldecirlo porque no creo en la inmortalidad del alma. Podría festejar si esa muerte fuera el fin de la dictadura en Cuba, pero no es el caso, la dictadura sigue, Raúl Castro gobierna, su hijo es jefe del servicio de inteligencia (significa vigilancia y represión) y su yerno maneja la economía. No hay nada que festejar.
Sí creo en la pervivencia del recuerdo, sí creo en la memoria, sí creo en que un sólido conocimiento de la historia nos ayuda a encarar los desafíos del presente y del futuro.
Por eso me parece que la imagen heroica, el culto del héroe Fidel Castro, es una hipoteca sobre nuestro futuro, y que hay que ponerlo frente al espejo de su realidad. Esa realidad es la historia de Cuba en el último medio siglo.

La historia no lo absolverá

Confrontar el mito de Fidel con la historia es una tarea difícil.
Vean el excelente artículo de Enrique Krauze en Letras Libres: “¿La nueva Cuba?” de abril de 2015, con  un buen resumen de algunos puntos claves.
Es una tarea difícil en primer lugar por el espeso velo de falsedades que se han difundido durante medio siglo de propaganda comunista.
Cuba era la tercera economía latinoamericana cuando cae Batista, pero la propaganda describe la miseria de la isla como si fuera Haití. Hoy la economía cubana está en la lona, pero es el resultado de medio siglo de desvaríos e inepcia administrativa, de represión y control omnímodo del estado empresario y administrador, poseedor de todo. El descalabro económico es solo comparable con la corrupción de la burocracia.
Una economía arruinada y una burocracia corrupta es lo que deja medio siglo de discursos heroicos e interminables, medio siglo de consignas, vigilancia y represión.
Una represión de la que se hizo cómplice al pueblo en los CDR (Comités de Defensa de la Revolución, en cada barrio), que vehicula prebendas en un país donde falta todo; una represión que tuvo capítulos aún más infames, como los campos de concentración para homosexuales o el fusilamiento de los rivales de Fidel en el cariño del pueblo (Arnaldo Ochoa, héroe de Angola y Etiopía, fusilado después de un simulacro de juicio en 1989). Una represión que tuvo capítulos abyectos, como la autocrítica de Heberto Padilla y el coro de escritores latinoamericanos que la aplaudieron.
Alguna gente de mi edad, que concibió grandes esperanzas cuando la entrada de los barbudos en La Habana, no puede renunciar a la imagen del guerrillero heroico, una imagen que condujo una parte de sus vidas como modelo y brújula. Peor para ellos. Que lloren a Fidel e ignoren la historia, somos viejos y tenemos derecho a ser chochos, seniles y babeantes. Es la biología.
Pero los jóvenes no. Hay que respetar la historia, aprender de ella. Murió un dictador que supo engañarnos un día, un dictador que nadie derribó, que murió de viejo en su cama, con su poder intacto en su cuerpo exangüe, un dictador que llevó a su país y a su pueblo a la ruina, que lo diezmó, que lo dividió, que lo mortificó con el acto y con la palabra durante un lapso increíblemente largo, más que cualquier otro.
Nos queda restablecer la verdad histórica detrás del velo de la propaganda y también, en nuestro caso, de preguntarnos cómo pudo engañarnos así.

¿Cómo pudo engañarnos así?

Creo que para empezar a responder esta pregunta vale la pena leer el discurso que hizo Fidel Castro en la Explanada Municipal de Montevideo durante su visita en mayo de 1959.
Creo que será difícil encontrar una declaración de fe demócratica, más reformista y más radical que ésta. Era tan puro, tan sincero, tan elocuente, como nunca he escuchado otro igual. Lo mismo dicen de Zelmar Michelini, pero no tenía la aureola heroica de la Sierra Maestra, el riesgo de la vida, la sencillez de la guerrilla, pobre y triunfante. Es casi un eufemismo decir que le creímos. Leánlo.
Hay una cosa más, igualmente importante: nuestro estado de necesidad. La juventud que quería otro horizonte en ese Uruguay de 1959 no tenía nada. Reinaba un gran desencanto político, acababa de perder las elecciones Luis Batlle, desprestigiado por los rumores de corrupción, minado por la huelga estudiantil de Ley Orgánica, y habían ganado Luis Alberto de Herrera y Chicotazo (Benito Nardone), caudillos conservadores y, para mí en esa época, reaccionarios. Un Michelini en las filas de Luis Batlle era una golondrina que no hacía verano. Uruguay estaba en una crisis de estancamiento, todo empeoraba, se venía abajo, andaba mal. Queríamos justicia social y modernidad, no teníamos ninguna de las dos.
En ese año 1959, ya, la Revolución Cubana se fue a baraja, pero nosotros no nos enteramos. Camilo Cienfuegos, revolucionario martiano, humanista, control democrático de Fidel (“¿voy bien, Camilo?”), desapareció en una avioneta sin dejar rastros, después de arrestar a otro líder democrático anti soviético, Húber Matos, que fue juzgado por traidor y encarcelado 20 años. La KGB había tomado el control del estado cubano, y ese control se haría más fuerte y completo con el paso del tiempo, pero, de nuevo, nosotros, los fieles, los creyentes, los esperanzados, ignorábamos todo.
No hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver. Los fusilamientos con parodia de juicio en La Cabaña que operó el Che deberían habernos puesto sobre alerta. Nos dijimos que eran torturadores batistianos, y nos encogimos de hombros. Luego cayó Urrutia, con simulacro de renuncia de Fidel, y también.
En 1961 Fidel, desmintiendo sus juramentos humanistas y democráticos, se declaró marxista-leninista. Carlos Quijano escribió en Marcha un editorial incendiario, nacionalista y tercerista, osando increpar al héroe, al portaestandarte de nuestra fe. De nada sirvió, salvo para dejar en la Historia un testimonio de lucidez, valentía e independencia de juicio. Y valiente había que ser para desafiar al ícono, al mito, que Fidel ya era.
Nosotros nos aferramos a nuestra esperanza y empezamos a estudiar a Marx y a Lenin, nuevos profetas de las escrituras. No voy a contar aquí el camino por el cual eso nos llevó, pero sí que las advertencias sabias de Luce Fabbri contra la violencia y la clandestinidad no nos sirvieron de nada.
El despertar de los delirios utópicos de las sectas es casi siempre caerse del carro y quedar solo a la vera del camino. Pero es peor no hacerlo.
Una parte de la izquierda sigue soñando el sueño cubano y no quiere despertar, como no quiere despertar del sueño venezolano.
Es una droga que se paga caro.

Links

Artículo de perspectiva histórica sobre Cuba, de Enrique Krauze

Discurso de Fidel Castro en la Explanada Municipal de Montevideo el 5 de mayo de 1959.

Conducta Impropia - Un documental sobre los campos de concentración para homosexuales en Cuba, a través de testimonios de sobrevivientes, entre ellos el gran escritor Reynaldo Arenas.

Oswaldo Payá: El jefe de la oposición asesinado.

Ileana De La Guardia “Fidel hizo fusilar a mi padre”

Jorgito Kamankola y Pedro Alemany: Una canción dolida.

viernes, 11 de noviembre de 2016

La democracia en peligro. Pensando con Leszek Kolakowski

Pone en peligro a la democracia el uso fraudulento de la idea, más que sus tradicionales enemigos, los militares y la derecha autoritaria. El uso fraudulento de la idea (Maduro, Ortega, ...) y el repliegue identitario (Trump, Le Pen, etc.) son hoy las amenazas mayores. Con el triunfo de Trump volvemos a leer a Leszek Kolakowski para buscar algo de claridad.

Luego de algunos años de consenso y satisfacción continental por la recuperación de las instituciones y el estado de derecho al sur del Río Grande, vemos reaparecer las dictaduras y los regímenes autoritarios. Dictadura y régimen autoritario, Cuba lo tiene desde hace más de 50 años, pero en el resto de los países parecía imponerse el respeto de los presupuestos fundamentales de la convivencia democrática. La palabra y la idea de “democracia” se ha vuelto sagrada. Un ícono que todos adoran por igual, tirios y troyanos, que está en los tratados y es ensalzada en los foros internacionales. Esta es una realidad que hoy utilizan sus enemigos, endosando el manto de la legitimidad democrática para sus fines autoritarios y opresores.

En realidad, el restablecimiento democrático de los ochenta fue sobre todo el de las elecciones y del sistema de partidos, parlamentos y presidentes, y con mucho retraso y lentitud, el de la justicia. También tiene retraso la concepción predominante de la democracia, que acentúa la importancia de las elecciones y mengua el de las otras condiciones que le dan existencia. Esta concepción deformada favorece el fraude populista.
Leyendo a Leszek Kolakowski [1]:
“El principio del gobierno de la mayoría es insuficiente si vamos a distinguir entre democracia o oclocracia (el gobierno del populacho). El principio del gobierno de la mayoría no constituye una democracia en sí mismo; sabemos de los regímenes tiránicos que contaron con el apoyo de la mayoría, como la Alemania nazi y la teocracia iraní. No podemos llamar democrático a un régimen en el que el 51 por ciento de la población puede linchar impunemente al restante 49 por ciento.”
Kolakowski analiza tres componentes necesarios a la democracia, el gobierno de la mayoría, la independencia del sistema legal del poder ejecutivo, y la garantía de la igualdad de los ciudadanos ante la ley y de los derechos personales elementales. La lista de los derechos está en discusión, pero no se concibe que no incluya las libertades de movimiento, de expresión, de asociación y de adquirir propiedades.
Kolakowski escribió esto en 1990, un momento de auge democrático, pero no dejó de ver los peligros. Profetizó:
“Una segunda fuente de energía antidemocrática [después de la primera, el sovietismo, en su momento] sería el avance del nacionalismo nocivo alrededor del mundo. Los sentimientos patrióticos en sí mismos no son incompatibles con una perspectiva democrática, mientras signifiquen una solidaridad favorable a la propia nación, la fidelidad a la herencia cultural nacional y a la lengua, y el deseo de tener una nación mejor y más civilizada. (El patriotismo quiere quiere limpiar a la nación; el nacionalismo, blanquearla, decía Chesterton.) El nacionalismo es nocivo y hostil a la civilización cuando se mantiene a través de la creencia en la superioridad natural de la propia tribu y el odio a los demás; si busca pretextos, por tontos que sean, para extenderse en territorios ajenos y, sobre todo, si implica un creencia idólatra en la absoluta supremacía de los valores nacionales cuando chocan con los derechos de las personas que constituyen esa nación. No hay necesidad de demostrar que esta clase de nacionalismo rapaz y potencialmente totalitario está aumentando en varias partes del globo.”

Con Trump presidente de los EE.UU., con el repliegue del Reino Unido  después del Brexit, con la sombra de la derecha populista proyectada sobre Italia (Cinque Stelle) y Francia (Front National), gobernando en Hungría (Viktor Orban) y en Polonia (ver el gobierno ultraconservador desmantela el estado de derecho), y creciente en otros países, está empezando a crecer en los espíritus universalistas, patriotas y libertarios un sentimiento de asedio. Vladimir Putin exulta, que es el ejemplo más claro del fraude del que hablamos, un gobierno surgido de elecciones, un país donde se robaron todo, ingentes cantidades de millones de euros y de empresas, donde los servicios de inteligencia actúan impunemente, matando opositores y periodistas, sin control.
Algunos de los temas que le dieron el triunfo a Trump y que son cabalgados por Marine Le Pen y Beppe Grillo no le son extraños a la llamada izquierda progresista, a saber: el ataque a la libertad de comercio y a la globalización. La Unión Europea es el gran enemigo.
La extrema izquierda y la extrema derecha están unidas en ese ataque. La izquierda uruguaya es afín a ese espíritu, hace del libre comercio su bête noire y, por lo menos en parte, tolera o apoya a Maduro y a Ortega, esgrimiendo esa concepción que centra la validez de la democracia en la celebración de elecciones.
Se me dirá que una cosa es la democracia y otra la libertad de comercio.
No tanto. El repliegue identitario, económico y social de los países sobre sí mismos lleva a la guerra, primero comercial, luego a la guerra a secas.
La Unión Europea fue inspirada por la Segunda Guerra Mundial, fue creada en respuesta a ella por una generación que la concibió en los campos de concentración y en el destierro sufrido bajo el nazismo y el fascismo. Hoy se olvida. Si Europa se divide no es difícil profetizar que será el teatro del enfrentamiento de potencias extra europeas, como sucedió en la SGM, que empezó como guerra europea y terminó enfrentando a EE.UU. y la URSS sobre una frontera que cortaba a Europa de norte a sur, desde el Mar del Norte hasta el Mediterráneo. Son poca cosa los países europeos, incluso los más grandes, aislados frente a potencias como China, EE.UU. o Rusia, poca cosa, pero muy codiciables.
Lo mismo puede decirse, con más razón, de nuestro pequeño Uruguay.
Si queremos la democracia, la prosperidad y la paz, tenemos que propiciar los bloques, los acuerdos y las aperturas comerciales, y gestionarlas correctamente, es decir, con humanidad.
Y, sobre todo, entender que defender la democracia es algo más que celebrar periódicamente elecciones; las otras cosas, como por ejemplo el respeto de las minorías, la libertad de pensamiento y de expresión son, por lo menos, igual de importantes.


[1] “Incertidumbres de una era democrática” por Leszek Kolakowski, en Vuelta Nº164 julio 1990.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Burkini y desnudez

Viniendo de Hollywood aceptamos todo tipo de censura vestimentaria. En las películas y en las series hollywoodenses se muestra a las parejas hacer el amor vestidas, por lo menos con corpiño y calzón; la visión de un pezón femenino provoca un escándalo, sin hablar del vislumbre de una mata de pelo púbico, que es inaudito. La excepción ("Game of Thrones") confirma la regla. Sin embargo, la censura del burkini en las playas francesas, es decir del uso de un atuendo integral que cubre el cuerpo de la cabeza a los pies en un estilo muy específico codificado por los doctores del islam radical, escandalizó a la izquierda bienpensante.
La ley francesa puso orden inmediatamente y las ordenanzas municipales que prohibían o multaban el burkini fueron anuladas por los tribunales administrativos; intervino en ese sentido hasta el Consejo de Estado, máxima instancia administrativa del estado francés.
Muy bien, estamos de acuerdo y defendemos la idea de que la radicalización islamista y el terrorismo no pueden combatirse violando las leyes.

Pero ¿de qué se trata este asunto del burkini?

No olvidemos que en Francia está permitido el "topless" (que se usa cada vez menos, por razones relacionadas con la presencia creciente del islam radical, pero no solamente, también hay un cambio en la moda), y en algunas playas era corriente el desnudo integral, aunque ahora ese espacio se ha reducido hasta casi desaparecer. Las leyes en eso no han cambiado. Lo que ha cambiado es otra cosa, es que ha aparecido una fuerte corriente represora y violenta contra las mujeres que incide en la comportamiento libre de estas.
Pocos días después del atentando de Niza del 14 de julio, que produjo 86 muertes y 434 heridos, se produjeron peleas a trompadas en algunas playas entre hombres franceses locales del lugar y magrebíes que acompañaban a mujeres usando la prenda, símbolo y bandera de las ideas y del movimiento que habían provocado la matanza. Una amiga mía presenció una de esas grescas en una playa corsa. Algunos de los alcaldes que prohibieron el burkini lo hicieron por razones de orden público, para evitar enfrentamientos y quizás muertos y heridos. No les faltaba motivo, aunque hubieran debido respetar la ley, y desde las instancias superiores los llamaron al orden. El ambiente estaba muy caldeado, cosa fácil de entender luego de la serie de atentados, de enero en Charlie-Hebdo y el Super Cacher, de noviembre en el Bataclan, de julio en Niza.

El burkini no es una moda como cualquier otra

Es muy equivocado pensar que el burkini es una moda como cualquier otra, una pose en la vestimenta, un gusto en el vestir, un modo de expresar una peculiaridad o una rebelión contra un prejuicio. El Primer Ministro, el socialista Valls, dijo: «Le burkini n’est pas une nouvelle gamme de maillots de bain, une mode. C’est la traduction d’un projet politique, de contre-société, fondé notamment sur l’asservissement de la femme» ("El burkini no es una nueva gama de trajes de baño, una moda. Es la traducción de un proyecto político, de contra-sociedad, basado entre otras cosas en el sometimiento de la mujer"). Se trata de provocar, de exhibir su sumisión. Es el odio a la libertad, el odio a Francia que se manifiestan.
Coincido en eso con él, el burkini expresa una concepción y un proyecto político, pero la cosa me parece que va más allá: sacar a pasear por las playas de Francia, herida por los atentados, la bandera del Estado Islámico --porque eso es el burkini-- es una invitación a la batalla, es una provocación para que se produzcan enfrentamientos y violencias.
Y provocar enfrentamientos entre franceses de distintas confesiones religiosas está en la directa línea de la política del Estado Islámico, es su objetivo principal. Sus atentados no apuntan contra los monumentos o los edificios símbolos de la nación francesa, sino a provocar la lucha fratricida entre distintas comunidades, a avivar la llama de una guerra civil, a crear una división sangrienta en la sociedad enfrentando franceses musulmanes contra franceses no musulmanes, además de castigar a los que ejercen las libertades que ellos odian.

No entrar en la espiral de violencia intercomunitaria

El escudo de la unidad social es el respeto de la ley; pensemos lo que pensemos del burkini, no hay que caer en la invitación a la violencia. Nada serviría mejor a los intereses del Estado Islámico que una mujer musulmana sea agredida en una playa francesa, o para el caso, incluso solamente multada o expulsada. La autoridades restablecieron el imperio de la ley, que garantiza la libertad de vestirse como se quiera, y la población debe tener la madurez de abstenerse de descargar su indignación sobre lo primero que se cruza que parece representar al enemigo. El verdadero enemigo es el fanatismo, es el odio a la libertad, especialmente el odio a la libertad de la mujer.

El camino para enfrentar al fanatismo asesino pasa por la afirmación de los valores republicanos, por la libertad, la tolerancia y el respeto de la ley; la vía necesariamente pasa por el ejercicio de las libertades, y por el desprecio y la condena del fanatismo y la violencia. Pasa por la fraternidad con los miembros de la comunidad musulmana agredidos también, y quizás más, por la prepotencia jihadista.

Fuentes

Le tribunal administratif de Lille a suspendu l’arrêté dit « anti-burkini » du Touquet (Pas-de-Calais) que le maire Les Républicains avait maintenu malgré une décision du Conseil d’Etat jugeant ce type de décisions attentatoire aux libertés, dans une décision consultée par l’AFP vendredi 9 septembre.
« Les arrêtés litigieux ont ainsi porté une atteinte grave et manifestement illégale aux libertés fondamentales que sont la liberté d’aller et venir, la liberté de conscience et la liberté personnelle », a expliqué le tribunal administratif dans son ordonnance.
Une décision « logique et cohérente dès lors qu’on fait une analyse juridique », s’est félicitée l’avocate de la Ligue des droits de l’homme Marie-Hélène Calonne qui avait attaqué la ville du Touquet. « Il n’y a pas de troubles à l’ordre public qui justifient cette mesure de police », a-t-elle ajouté.
Dans sa décision, le juge administratif rappelle qu’aucun cas de personne portant un burkini n’avait été signalé sur les plages de cette station chic du nord de la France. « Dans ces conditions, le maire ne pouvait, sans excéder ses pouvoirs de police, édicter des dispositions qui interdisent l’accès à la plage et la baignade alors qu’elles ne reposent ni sur des risques avérés de troubles à l’ordre public ni, par ailleurs, sur des atteintes établies à l’hygiène, à la décence ou à la sécurité de la baignade », explique-t-il.
Le 26 août, le Conseil d’Etat avait mis un coup d’arrêt aux interdictions du burkini, à l’origine d’un débat fiévreux en France, en rappelant les maires au « respect des libertés garanties par les lois ». La plus haute juridiction administrative française avait souligné avec insistance qu’une restriction de l’accès aux plages ne pouvait être justifiée qu’en cas de « risques avérés » pour l’ordre public.

Après Cannes et Fréjus, la justice a suspendu, jeudi 1er septembre, l’arrêté de la mairie de Nice interdisant l’accès aux plages aux baigneurs portant des vêtements religieux, conformément à une décision rendue la semaine dernière par le Conseil d’Etat. Le maire avait signé le 19 août cet arrêté dit anti-« burkini » en invoquant notamment l’émotion soulevée par l’attentat qui a fait 86 morts le 14 juillet sur la promenade des Anglais et des risques de troubles à l’ordre public.

Alain Juppé (candidato a la candidatura presidencial de la derecha) : « Si nous continuons comme ça, nous allons vers la guerre civile »

Una amiga me escribe (el 16 de agosto 2016):
“Il y a deux jours des Magrébins et des Corses se sont battus sur une plage du Cap Corse car le fait que les femmes portaient des “burkini”, genre maillots qui couvrent tout le corps des femmes, n’était pas du gout de la population locale. Le Maire en a interdit le port, la loi signale qu’on est libre de s’habiller comme on veut, mais je pense que dans ce cas de figure, il ne s’agit pas de cela, il s’agit de provoquer, comme ces femmes le font avec le voile intégral, de provoquer la population et ses habitudes de vie, de montrer la haine de la France. Oui bien sûr la soumission de la femme, mais certaines de ces femmes sont des militantes qui considèrent les signes extérieurs de la soumission comme des oriflammes de leur haine. [...] Je suis tout à fait d’accord avec ton article sur le patriotisme et la fierté d’être française, européenne et dans mon coeur aussi sud-américaine! Respecter tous ceux qui pendant des siècles (et je suis en train de lire Rabelais qui est formidable et si moderne) se sont battus pour que nous ayons ce que nous avons comme liberté et autres valeurs éclairées. [...] Ce sont les femmes qui doivent porter les messages de paix et d’amour et l’éducation qui doit le leur permettre. Donner un droit de vivre en France à tous les réfugiés qui acceptent de partager nos valeurs, les instruire de ces valeurs en particulier les femmes, [...]”

El 29 de julio, Mohand Dehmous, argelino nacido en Kabilia y empresario en Francia desde hace muchos años, activista de izquierda y hombre de radio, escribe:
“il faut dire (aussi) que la gauche a été un acteur majeur dans cette affaire (la gestion de l’islam par les gouvernants). Jusqu’en 1980, les immigrés et leurs enfants n’aspiraient qu’à s’intégrer dans la société française... Mais tout un courant d’idéologues de la gauche au pouvoir est venu leur expliquer qu’ils étaient différents. Et qu’il fallait que la France respecte cette différence. Vous imaginez le môme, il est né ici et dès la naissance on commence par lui expliquer qu’il est différent ! En réalité, ce “droit à la différence” qui apparaissait comme quelque chose de positif a marginalisé ces Français issus de l’immigration. La marche des Beurs qui a marqué l’avènement de cette génération dans l’espace public, n’était pas organisée pour revendiquer le droit à la différence, mais pour dire que nous étions français et que nous voulions notre place dans cette société comme tout le monde! Toute l’armada politique, SOS Racisme en tête, est responsable de l’enfermement de la jeunesse des banlieues. Elle l’a livrée à la mouvance islamiste qui investissait peu à peu ces territoires et leur expliquait que oui ils étaient musulmans et n’avaient rien à voir avec ce pays”

martes, 20 de septiembre de 2016

La razón, refugio y forja de la libertad

Publicado el 20 de setiembre, día internacional del librepensamiento.

La ciencia contra el despotismo

No es nuevo ni mucho menos.
Hace mucho tiempo que los grandes de la ilustración y los filósofos de todas las épocas nos lo han enseñando.
Ya Sócrates bebió la cicuta por su libertad, aunque en su caso fue por enfrentar con su ironía y su irrespetuosidad al despotismo de la democracia, del gobierno del pueblo.
Galileo sufrió bajo el yugo oscurantista del papado, y Giordano Bruno murió en la hoguera por sostener una profecía que no les gustaba a los que pretendían ejercer el poder sobre los espíritus.
Son muchos los ejemplos históricos que muestran la hostilidad del despotismo por el pensamiento libre, pero también existen los que sugieren que el ejercicio de la inteligencia es un espacio de libertad que abriga de la arbitrariedad de los poderosos.

La ciencia refugio

En la sociedad moderna la ciencia ha encontrado su lugar, de modo que hasta en los regímenes más despóticos, y pienso muy específicamente en el totalitarismo comunista y en el fascismo, se hace un paréntesis para el ejercicio de la razón en las aulas de matemáticas, de física o de química (aunque no siempre en las de biología). En ellas se ejerce la autoridad de una razón que no respeta otras autoridades, ni la del Emperador ni la del Papa ni la del Secretario General ni la del Duce, allí se busca una verdad que surge de la experiencia y de la lógica, no de la voz del mandamás, del jerarca del partido o del coronel de turno.
Me tocó leer, sobre ese oasis de libertad en el desierto del despotismo, dos historias hermosas ocurridas a casi medio siglo de distancia entre ellas, una en la Italia fascista de los años treinta y otra bajo el yugo del comunismo en los años sesenta y setenta.
La primera es de Primo Levi, contada en su obra "El sistema periódico". En ella cada capítulo está dedicado a un elemento de la Tabla Periódica de Mendeléyev y en él se narra un episodio de la vida del autor que de algún modo está relacionado con ese elemento.
La otra la cuenta Angela Merkel hablando de su vida. Ella eligió entrar en la adultez doctorándose en Química Cuántica bajo el reinado del estalinismo en la República Democrática Alemana (disculpen que no ponga comillas, se llamaba así).
No se pueden comparar las vidas, se puede sí hacer paralelos.

Ciencia contra Fascio, Primo Levi

Primo Levi, nació en Turín en 1919, y tenía tres años cuando Mussolini subió al poder en Italia. Se hizo conocer en la posguerra por su relato "Se questo è un uomo", inspirado por su experiencia en el campo de concentración de Monowitz (subalterno de Auschwitz) adonde fue enviado por su condición de judío y de resistente.
El narrador está hablando con Sandro, un compañero de estudios, y le dice:
(Traduzco de "Il sistema periodico" (Einaudi 1975), pp. 43-44, en el capítulo "Ferro")
"Por fin, y fundamentalmente, él, muchacho honesto y abierto, ¿no sentía el hedor de las verdades fascistas que envenenaban el cielo, no percibía como una ignominia que a un hombre pensante le fuese exigido creer sin pensar? ¿No sentía repugnancia por todos los dogmas, por todas la afirmaciones no demostradas, por todos los imperativos? Lo sentía. Y entonces, ¿como podía ignorar que la química y la física de las cuales nos nutríamos, además de ser alimentos de por sí vitales, eran el antídoto al fascismo que él y yo buscábamos, porque eran claras y distintas y verificables a cada paso, y no tejidos de mentiras y de vanidad, como la radio y los diarios?" (1)
El compañero de estudios y amigo de Primo Levi, Sandro, era descendiente de herreros y a su vez lo inicia en el alpinismo, en el contacto con la verdadera materia, con el fuego, con la tormenta y la roca; Sandro, dice, parecía hecho de hierro, lo que justifica que hable de él en el capítulo dedicado a ese elemento.
En una de las salidas en montaña les toca "comer la carne del oso", es decir, pasarla muy mal, tener que dormir helados, tener hambre y volver hechos una ruina, pero dignos. Y de ello dice Levi: "De todo cuanto la vida me dio de bueno, nada hubo como aquella carne, que es el sabor de ser fuertes y libres, libres también de equivocarse, y dueños de su propio destino."
Sandro, termina contando Levi, era Sandro Delmastro, el primer caído del Comando Militar Piemontés del Partido de Acción. Capturado por los fascistas en abril de 1944 y ejecutado por un esbirro con una descarga de metralleta en la nuca. Su cuerpo fue abandonado en en medio del camino, los fascistas prohibieron a la población darle sepultura.

Angela Merkel, química cuántica contra STASI (2)

Angela Merkel hace una reflexión que puede emparentarse con aquella de Primo Levi. En su juventud, cuando debía elegir profesión, se preguntó: ¿Cómo estudiar en Alemania del Este sin toparse con la policía política? Pues orientándose hacia el único dominio más o menos a salvo de la propaganda ideológica y de la intrusión del Estado, allí donde, dice ella, "la verdad no es fácil de deformar": las ciencias. Le hubiera tentado enseñar ruso, pero ni pensarlo siendo hija de pastor, visto que a su propia madre, por esposa, le prohibieron ejercer de profesora de inglés y de latín. Hete allí a Angela emprendiendo estudios de física en la Universidad Karl-Marx de Leipzig. En 1978 pasa su tesis de doctorado titulada "Influencia de la correlación espacial sobre la velocidad de reacción en las reacciones elementales bimoleculares en medio denso", con muy buena nota. Un título que no llama la atención de la STASI, la policía política. Sin embargo, en una ocasión, la STASI le propone colaborar en el espionaje; ella encuentra una buena excusa para negarse: les dice que es una charlatana compulsiva e incapaz de guardar un secreto.

Hoy como ayer y anteayer

No nos creamos que en el mundo de hoy el pensamiento y la creación están libres de toda traba, está lejos de ser así. Y no solamente en los países dominados políticamente por alguna religión oscurantista, como en el Afganistán de los Talibanes o la Arabia Saudita de los jeques, también en los EE.UU., tan democráticos, en algunos lugares se prohibe enseñar la teoría de la Evolución y la historia natural.
Ante el avance rampante del fanatismo asesino que sufrimos hoy, no olvidemos de administrar este antídoto, de construir estos refugios, de cuidar este recurso.
El estudio de la ciencia sigue siendo un ejercicio de libertad responsable, una escuela de vida, una ayuda al crecimiento del espíritu y de la autoestima, un recurso de importancia crucial en la formación de la ciudadanía. Esto no significa negar el deporte, el dibujo, la música, la historia, las lenguas o la literatura. Significa afirmar la pertinencia en la educación de una dificultad a la cual debemos enfrentarnos para crecer, como se enfrentó Primo Levi a la montaña. Significa afirmar la importancia del ejercicio de la razón para desarrollarnos como ciudadanos libres y responsables.

(1) Transcribo de "Il sistema periodico" (Einaudi 1975), pp. 43-44, en el capítulo "Ferro".
"E infine, e fondamentalmente: lui ragazzo onesto ed aperto, non sentiva il puzzo delle verità fasciste che ammorbaba il cielo, non percepiva come un'ignominia che ad un uomo pensante venisse richiesto di credere senza pensare? Non provava ribrezzo per tutti i dogmi, per tutte le affermazioni non dimostrate, per tutti gli imperativi? Lo provava: ed allora, come poteva non sentire nel nostro studio una dignità e una maestà nuove, come poteva ignorare che la chimica e la fisica di cui ci nutrivamo, oltre che alimenti di per sé vitali, erano l'antidoto al fascismo che lui ed io cercavamo, perché erano chiare e distinti e ad ogni passo verificabili, e non tessuti di menzogne e di vanità, come la radio e i giornali?"


(2) Sobre Angela Merkel en "Le Monde":
http://www.lemonde.fr/festival/article/2016/08/29/angela-merkel-de-la-chimie-quantique-a-la-politique_4989523_4415198.html


lunes, 5 de septiembre de 2016

Impeachment: Forma y contenido, por Liszt Vieira

(Publicado en O Globo el domingo 4 de setiembre 2016)

[Ya presentamos a Liszt Vieira en dos artículos anteriores, "¿Alternancia de la corrupción?" y en “Elecciones directas, único camino”. Liszt Vieira es un abogado y político ligado al movimiento ambientalista y de democratización de la comunicación, sociólogo y profesor. Para más datos de su larga historia en las luchas políticas brasileñas y latinoamericanas consultar Wikipedia (en portugués). Perdonen mi traducción. A continuación de la opinión de Liszt expongo la mía propia, no del todo coincidente con la de él.]


Oh! Qué hermosa apariencia tiene la falsedad
William Shakespeare


La tradición burocrática de Brasil, herencia colonial del patrimonialismo(*) conduce a una sobreestimación de la forma jurídica en detrimento del contenido. De ahí la tesis de que no hubo golpe porque la forma legal fue respetada. Queda en segundo plano la cuestión central: para ser sometido a juicio político, tiene que haber crimen de responsabilidad personal del presidente, cosa que no ocurrió.


La verdad es que el segundo gobierno de Dilma fracasó, y ella mostró no tener las cualidades necesarias para la función que ocupaba. Fue, como mínimo, connivente(**) con la corrupción que asaltó Petrobras y otras estatales para alimentar con coimas a tecnócratas y políticos vinculados a la base de apoyo del gobierno. El PMDB, ahora en el poder, siempre formó parte del gobierno y muchos de sus dirigentes han sido acusados ​​e incluso procesados como corruptos. Hay numerosos ejemplos, pero el caso más emblemático es el de diputado Eduardo Cunha, un genio en su especialidad: la corrupción.


El país se sumió en la recesión, el PIB se redujo, las cuentas públicas se desequilibraron, el desempleo aumentó al 11,6% según el IBGE, y la mayoría de la población comenzó a rechazar el Gobierno. Pero una alta tasa de rechazo no es motivo para la destitución. En Francia, hasta hace poco, el presidente François Hollande tenía 80% de rechazo y nadie habló de juicio político. Lo mismo ocurrió anteriormente con el entonces presidente Bush en los EE.UU..


El proceso de destitución fue una farsa, embrollada en un paquete jurídico, que configura un golpe parlamentario. El nuevo gobierno ha amenazado con subir los impuestos y recortar los derechos sociales. En este sentido, el gran objetivo, además de Lula, son los derechos consagrados en la Constitución de 88. Es claro que muchas distorsiones deben ser corregidas como, por ejemplo, conceder pensiones para hijas de los militares y de jueces de segunda instancia. Pero lo que se ve en el horizonte son las nubes cargadas del economicismo típico del neoliberalismo que parece surgir de las cenizas después de su fracaso histórico revelado en la crisis de fines de 2008.


El ciclo de gobierno del PT, ahora cerrado, no puede ser visto como un proceso rectilíneo. La crisis del capitalismo en 2008 es un divisor de aguas, un verdadero punto de inflexión. Antes, Brasil se benefició de los altos precios de las materias primas que exportaba, lo que ayuda a explicar en la década de 2000, durante el gobierno de Lula, el aumento de los ingresos de los pobres y también de los ricos, así como la reducción de la brutal desigualdad social en el país. Después de 2008, cayeron los precios de las materias primas y se produjo la recesión económica. El gobierno de Dilma se hunde y comienza a hacer lo contrario de lo que prometió, cortejando la política del candidato derrotado en la elección.
Por lo tanto, la ruptura es menor de lo que parece. Después de todo, el segundo gobierno de Dilma ya había tomado medidas en dirección de un ajuste que ahora será aplicado por el Ministro Meireles, el mismo indicado por Lula para ser ministro de Finanzas de Dilma.


Pero es el nuevo gobierno que ya simboliza una política inclinada primordialmente a los intereses del mercado, principalmente del capital financiero. Por lo tanto, los que apoyaron la destitución avalaron el gobierno de Temer y su ajuste fiscal que pide sacrificios al pueblo. Y ha contribuido al vaciamiento político del proceso de anulación de la fórmula Dilma-Temer en el Tribunal Supremo Electoral, lo que inhablilita la posibilidad de elecciones directas este año, único camino para lograr un gobierno legítimo, respetado por todos, vencidos y vencedores.


Liszt Vieira - PhD en Sociología, profesor de la PUC-Rio


(*)patrimonialismo: definición de Wikipedia, “O patrimonialismo é a característica de um Estado que não possui distinções entre os limites do público e os limites do privado. Foi comum em praticamente todos os absolutismos.” https://pt.wikipedia.org/wiki/Patrimonialismo

(**) connivencia:  Disimulo o tolerancia en el superior acerca de las transgresiones que cometen sus subordinados contra las reglas o las leyes bajo las cuales viven.


Impeachment de Dilma, mi opinión.

Mi propia opinión, diferente de la de Liszt y de la de la mayoría de la izquierda uruguaya:
No me parece bien usar la palabra "golpe" para designar la destitución de Dilma,  y no la uso, no corresponde, es un giro propagandístico que abusa de las palabras. Todos sabemos la violencia que implica un golpe de Estado, todos recordamos los militares en la calle, los detenidos, los asesinados, los presos, los atropellos a la ley. Son hechos muy graves  y las palabras que los designan deben ser respetadas.
El proceso de impeachment tuvo ribetes farsescos, es cierto, y muchos de los diputados y senadores que lo operaron están comprometidos en juicios de corrupción, sin duda, pero no debemos, creo, desvalorizar las instituciones y las formalidades jurídicas, que fueron respetadas. Lo hacíamos en los años sesenta, con argumentos parecidos. Todos capitalistas, todos corruptos, decíamos.
La denuncia que llevó al impeachement la presentaron personas que no son mercenarios ni corruptos, entre ellos Helio Bicudo; los hechos denunciados son graves, aunque no inhabituales en la política brasileña. Se trata del maquillaje de las cuentas del Estado para disimular el déficit durante la campaña electoral. Se discute después si eso es o no un “crimen de responsabilidad”, quien juzga si lo es o no, el juez de la causa, es la mayoría de dos tercios del senado. La mayoría calificada del Senado brasileño decidió destituir al Dilma. Podemos decir, como lo hizo el gobierno uruguayo, que la decisión es “injusta”, pero no podemos decir que hubo “golpe”. Hablar de “golpe” en el caso de Dilma es militar en la campaña de propaganda orquestada por el PT y algunos gobiernos afines, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Venezuela. Esos gobiernos hablan con una sola voz, como si formaran parte de un mismo partido político.
Marina Silva, que fue candidata, denunció las últimas elecciones al Tribunal Supremo Electoral por uso de dinero de la corrupción en la campaña. Pide la anulación de la elección, tanto de Dilma como de Temer. El TSE no ha resuelto. Si anulara las elecciones este año, se abriría un nuevo proceso electoral que podría sanear la política brasileña, pero es improbable que ocurra.
Estoy muy de acuerdo con Liszt y con Marina Silva en que hay que revalorizar las instituciones democráticas brasileñas con nuevas elecciones, y los más pronto posible. Lamentablemente, ninguno de los actores principales lo propuso a tiempo. Lo hizo Dilma, pero cuando ya era tarde.