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martes, 18 de junio de 2013

Que vayan a votar los que quieran derogar la ley

El domingo 23 se realiza el referéndum para lograr que setecientos mil uruguayos habiliten un voto para derogar la ley que despenaliza el aborto.
¿Hay que ir a votar para que el pueblo decida? ¿Es esto una manera de reforzar la democracia?

El referéndum es un recurso que existe en nuestra constitución, una vía más por la que se expresa la voluntad popular. No es la única por la cual ésta se expresa: se eligen autoridades, presidente, vice y parlamentarios por sufragio universal, y esa es la principal manera por la cual el soberano se expresa en nuestro país.
Decir que el pueblo no decidió, cuando la ley fue votada en el Parlamento y promulgada por el Poder Ejecutivo, es ignorar las instituciones democráticas existentes, y por ende una manera de debilitar -- no de fortalecer -- la democracia. El desprecio y la negación del Parlamento fue siempre la expresión de los enemigos de la democracia representativa, ya sea por la extrema derecha fascista como por la extrema izquierda revolucionaria.
Los que quieren obtener la derogación de la ley que despenaliza el aborto tienen absoluto derecho de usar el recurso del referéndum, pero no de sostener que así “el pueblo decidirá”, porque el pueblo deciidió por la via legítima de sus representates. Que vayan a votar los que quieran derogar la ley, que tienen derecho. Pero no le nieguen valor democrático a esta ley, porque lo tiene, es legítima y democrática.

viernes, 14 de junio de 2013

1984, la distopía de Orwell, ahora más cerca de ser una realidad

Julian Assange, Bradley Manning, Edward Snowden...
Tres perseguidos por revelar secretos de Estado, y atención, no a una potencia extranjera, enemiga de su país, ¡sino al público, o sea, a nosotros! En el caso de Snowden, los secretos revelados son, justamente, que somos víctimas de un espionaje sin ley ni medida.
Los espías, descubiertos, rugen de ira y alzan el puño amenazador. Es el mundo al revés, pues ¿quién debe ser transparente, el Estado o los ciudadanos? Pero igual:
Julian Assange sigue refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, arrinconado por una acusación de abuso sexual, retirada por las propias interesadas, y mantenida por la fiscalía sueca. Bradley Manning era soldado y tuvo la ingenuidad de contarle a un amigo que había filtrado documentos a Wikileaks. Edward Snowden en fuga, primero en Hong Kong, ahora no se sabe dónde.
A Manning, que es soldado y está en sus manos, totalmente indefenso, se lo aisló durante meses, inflingiéndole privaciones que equivalen a tortura, se le sometió a enormes presiones y está amenazado de la pena capital. Puede ser condenado a pasar muchos años en prisión.
Los diarios que, como el País, Le Monde o el New York Times, hicieron una fortuna publicando las sensacionales revelaciones difundidas por Wikileaks, que fueron quizás suminstradas por Manning, no mueven un dedo por defender a sus fuentes del acoso del Monstruo Frío.
Las revelaciones de Snowden, cuya suerte está todavía indecisa, son gravísimas.
Snowden confirmó algo que todos sospechábamos: los grandes de Internet, Microsoft, Skype, Google, Facebook, Apple, etc, colaboran sumisamente con los pedidos de información que les someten las agencias de espionaje estadounidense. (Pero para el análisis de tráfico -- o sea, quién le escribe o le habla a quién, cuándo, de dónde, qué cantidad -- ni siquiera se necesita mandato judicial. Este punto fue confirmado y defendido por el presidente Barack Obama. Esa información la tienen y la usan masivamente, sin preguntarle nada a nadie, van y la toman.)
Más grave aún, Snowden reveló algo que no se sabía: la existencia de un programa de “data mining”, Prism, utilizado por la NSA (National Security Agency). Literalmente, “data mining” significa explotar una mina de datos, es gráfico, es eso, buscar en la enorme masa de registros las cosas que pueden interesar a los servicios de seguridad.
Según Wikipedia, “PRISM es el nombre que recibe un programa de vigilancia electrónica calificado de alto secreto (Top Secret) a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de los Estados Unidos desde 2007”. Sigue Wikipedia: “Los informes y documentos filtrados por Edward Snowden indican que PRISM se emplea como un medio para la vigilancia a fondo de las comunicaciones y otras informaciones almacenadas. El programa tiene como objetivos a aquellos ciudadanos que vivan fuera de Estados Unidos o sean extranjeros, aunque también se incluyen a los ciudadanos estadounidenses que hayan mantenido contactos con personas que habitan fuera de las fronteras del país.” Los datos que busca Prism son correos electrónicos, vídeos, chat de voz, fotos, direcciones IP, notificaciones de inicio de sesión, transferencia de archivos o detalles sobre perfiles en redes sociales.
Piensen un poco todo lo que hay sobre cada uno de nosotros en esas fuentes. Lo que no es muy seguro es que Prism se limite a los no-estadounidenses. Lo que es seguro, sí, es que todos los que no lo somos, y que además vivimos afuera del territorios de EE.UU., somos caza legal.
Los frágiles privilegios legales de los ciudadanos estadounidenses -- no te pueden asesinar, no te pueden encarcelar sin juicio, no te pueden espiar sin mandato judicial -- no corren para los extranjeros a los EE.UU.  Por algún motivo, en el estado policial-securitario en el que EE.UU. se está convirtiendo, los humanos extranjeros no tenemos derechos legales, ni siquiera Derechos Humanos. Allí está la cárcel de Guantánamo para dar fe. Además, ya sucedió que un ciudadano norteamericano sea asesinado por un drone en el Yemen. Digo, frágiles privilegios.
A la cabeza del estado está, sin embargo, un hombre progresista, que nos dio esperanza, pero que no ha logrado ni cerrar la infame Guantánamo ni terminar con el dañino y contraproducente embargo de Cuba. Ahora, además, ha salido a defender los programas de espionaje electrónico, insistiendo que se mantienen dentro de la legalidad, que solo espían a los no ciudadanos, y que son fundamentales para combatir el terrorismo. Pero, ¿quién vigila a los vigilantes?
Esto, la cárcel de Guantánamo, así como el programa “extraordinary rendition” de la CIA, es terrorismo de Estado. Y el programa Prism es estado policial. Son dos cosas que no querríamos ver en un país como los EE.UU., que también alberga espíritus innovadores y defensores de la libertad de expresión, organizaciones que denuncian sin cesar estos abusos y combaten legalmente contra ellos, como la Electronic Frontier Foundation, la Electronic Privacy Information Center o el Center for Democracy and Technology.
Por lo menos, esta omnisapiencia y omnipresencia del Estado, ¿nos protege del terrorismo?
¿Este sacrificio de la libertades y de la privacidad sirve para algo, como afirman los oficiales?
Ellos dicen que se han evitado muchísimos atentados. Ni dijeron cuáles ni mostraron pruebas de esa afirmación. Abusan de nuestra ingenuidad y, sobre todo, abusan de nuestro miedo.
Los datos tienden a probar lo contrario. La NSA tenía ubicados y vigilaba a dos de los atentadores contra las Torres Gemelas en 2001. Aún así, no fueron capaces de prevenirlo ni de evitarlo.
Los servicios de seguridad han fallado en prevenir o en evitar los atentados mayores, en cambio no han fallado en utilizarlos para promoverse. Se presentan ante la población aterrorizada como la única salvación, y ese fracaso fue recompensado con más presupuesto y más poder.
A cambio de una seguridad ficticia entregamos nuestra privacidad, nuestra libertad de expresión y nuestros derechos. Esto recuerda la situación de los campesinos que debieron acogerse a la protección de un señor, y haciéndolo cayeron en la servidumbre.
Defendamos nuestra libertad, que depende del respeto de nuestros derechos y de nuestra privacidad.


Links:
Sobre la NSA, sus dimensiones, su ambición, su peso en la política de EE.UU., leer el siguiente artículo (en inglés) de James Bamford, escrito en 2009. El autor es quien primero dio a conocer la siniestra y poderosísima agencia, en su libro “The Puzzle Palace”, publicado en 1983. En este artículo comenta un libro reciente y agrega un buen lote de informaciones, en particular sobre los fracasos de las agencias de inteligencia en el “combate al terrorismo”. Queda claro que, en realidad, la lucha contra el terrorismo es la justificación, el cartel, el dulce que vende lo que es un costoso aparato de poder y de control sobre la gente, que empieza por la información. El artículo se llama “Who is in Big Brother’s database?”, significativo.
Hasta que James Bamford publicó su libro, nadie conocía la NSA, tanto que se la llamaba “No such agency”, irónicamente. Artículo:
El programa “Extraordinary Rendition” de la CIA organiza los vuelos secretos, que trasladan cautivos secuestrados a lugares de tortura, también secretos. Este programa *parece* que Obama lo canceló. Si es así, menos mal. Ver en Wikipedia, la entrada correspondiente:
El programa de EE.UU., Canadá, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda, de espionaje electrónico global, llamado ECHELON, con antenas en distintos lugares del mundo. Capta las comunicaciones de todo el mundo, las analiza según palabras clave, y entrega los resultados a sus mandantes. Dicen que es para combatir el terrorismo, pero ha frustrado importantes negocios y contratos a Alemania y a Francia. Artículo de Wikipedia:
El programa Prism, denunciado por Edward Snowden, explicado en wikipedia:
El denunciante, Edward Snowden, retratado por The Guardian (en inglés):
Entrevista en video de Edward Snowden, hecha por The Guardian (en inglés):
Enojo de la comisión europea, que está entre aquellos a quienes Prism espía a mansalva:
Los gigantes de Internet, especialmente Google, intentan zafar de las implicancias de Prism para conservar la confianza de sus usuarios (USA Today, en inglés):
Un interesante servicio de The Guardian, detallando la información (METADATA) que va includa en cada servicio de internet que usamos, aparte del contenido, la imagen, el texto o el video:
El relator especial de la ONU contra la tortura, produjo su informe, donde califica de “trato cruel, inhumano y degradante” el que recibió el soldado Bradley Manning (publico.es):

Firmar por Edward Snowden, contra Prism

Se puede firmar, yo lo hice, por el respeto de los derechos de Edward Snowden y contra el programa de espionaje Prism en:

sábado, 1 de junio de 2013

La piedra en el zapato

Está disponible en línea el libro de Marisa Ruiz "La piedra en el zapato", que hace el relato pormenorizado de las gestiones emprendidas por Amnistía Internacional en defensa de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, William Whitelaw y Rosario Barredo cuando fueron secuestrados, y luego asesinados, en Buenos Aires en mayo de 1976. Seguir el link:
La piedra en el zapato