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jueves, 11 de agosto de 2011

Inversiones semánticas uruguayas: Babel

En el habla cotidiana uruguaya actual, incluyendo la difusión radial y televisiva, y en el discurso político, se manejan, sin ironía, figuras literarias con un sentido opuesto al original. Hoy, Babel.

La radio FM del SODRE ha adoptado el apelativo "Babel". Con voz suave, la emisión nos explica, a cada rato, que ese nombre alude a la intención de incluir en el horizonte de la emisora "todas las lenguas, todas las culturas".

Es una referencia bíblica (Génesis 11:1-9): en una época en la que todos hablaban una sola lengua, los hombres quisieron edificar una ciudad y una torre que llegara al cielo. Tanta arrogancia disgustó a Jehová que se dijo "descendamos y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero". Así lo hizo, y el proyecto quedó en ruinas. Al lugar se le llamó Babel "porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra".

Más claro echale agua. "Babel", símbolo de la incomunicación humana. Una nota al pie del texto de la biblia Reina-Valera agrega: "Babel: es decir, Babilonia. La tradición babilónica atribuía al nombre de esta ciudad el significado de Puerta de Dios o Puerta de los dioses. El relato bíblico, no sin ironía, lo asocia, en cambio, con el verbo hebreo balal, que significa confundir".

En la tradición cristiana, es con la bajada del Espíritu Santo sobre los Apóstoles en Pentecostés, bajo forma de lengüitas de fuego, que empieza la reunificacion de la humanidad dispersa en Babel. Si se buscaba un símbolo bíblico para el multiculturalismo, como pretende la radio oficial, hubiera sido más apropiado elegir "Pentecostés" o "Pentecostal". Claro que ello tendría un gustito demasiado evangélico para nuestro paladar laico y obligatorio.

Un de estos días nos encontraremos llamando "odisea" a un paseo apacible y rutinario, o "dantesco" a un episodio empapado de belleza y de placer. Estamos convirtiéndonos en una verdadera Babel.

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