Buscar este blog

sábado, 21 de abril de 2012

Sorpresas de la campaña electoral francesa

El próximo domingo 22 de abril tendrá lugar la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, con diez candidatos en presencia.
Hay para todos los gustos, como una mesa de quesos en un buen restorán galo. La polvareda y la confusión que reinaban a mediados de marzo parecen asentarse.
Los sondeos de los últimos días, en la víspera del cierre de la campaña y el comienzo de la veda, pronostican un final sin grandes sorpresas, con un panel de finalistas de segunda vuelta asegurado: François Hollande, el candidato socialista, contra Nicolás Sarkozy, el presidente saliente. Y en la segunda vuelta, un margen considerable a favor del socialista, de 55 contra 45 por ciento, margen que está muy por encima del error estadístico de las encuestas. Por otro lado, en 2007 las encuestas de antes de la primera vuelta predijeron el resultado de la segunda con medio punto de error. No por casualidad ya comenzó la ronda de los aspirantes a primer ministro en el campamento de Hollande, desmentida, por supuesto.
El orden en que lleguen en la primera vuelta, en cambio, no está exento de incertidumbre. Probablemente llegue primero Hollande, a quien se le atribuye 3,5 puntos más que a Sarkozy.
La distancia en intenciones de voto con los demás candidatos aleja la probabilidad de una sorpresa estilo 2002, cuando en vez del socialista Jospin, favorito, llegó Jean-Marie Le Pen, de extrema derecha, a enfrentarse con el presidente saliente Jacques Chirac. Los más próximos contendores de los dos punteros están a más de diez puntos detrás. Marine Le Pen, hija de Jean-Marie y candidata de la extrema derecha figura en los sondeos con 16 % y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon con 14 %. Pero tampoco es seguro cuál de estos dos será “el tercer hombre”, pues la diferencia es pequeña y está comprendida en el margen de error.
Más atrás aún, el centrista Bayrou con 10 %, que intentará convertirse en el fiel de la balanza en las elecciones parlamentarias de junio, pero cuya débil votación le dificultará la tarea. Los ecologistas, con un desalentador 2 %, están en crisis con su candidata Eva Joly, una ex juez, y vieron buena parte de su electorado absorbido por la aspiradora del pujante Mélenchon.
Este, un ex socialista (1977-2008), ex trotskista-lambertista de la Organización Comunista Internacionalista (1968-1977), es quien ha sido la sorpresa de esta campaña.
Carismático y arrollador, Mélenchon pasó “por su verba, por su habilidad y capacidad para movilizar los símbolos que tocan el inconsciente de la izquierda [...] de una posición marginal a la de tercer hombre, quizás”, dice el politólogo francés Pascal Perrineau. “Supo articular su discurso sobre las inquietudes francesas frente a la mundialización”. Pero su talento no lo explica todo: “El hecho es que la cultura comunista sigue existiendo. Resistió a la desaparición del aparato comunista, que tocó fondo en 2007” con menos de 2 % de votos en la elección presidencial. “Esta cultura existe en los electores del Partido Comunista, pero también en el electorado de extrema izquierda. [...] existe también en una parte del electorado socialista donde reaparece el viejo complejo de no estar jamás lo bastante a la izquierda.” Parece que hablara de Uruguay, pero habla de Francia.
Según este politólogo, director del instituto de investigaciones políticas de la prestigiosa Sciences Po de París, Mélenchon puede causar problemas a Hollande si llega a un nivel muy alto de votación en la primera vuelta. Recuerda que en 1978 la izquierda perdió elecciones parlamentarias por la gran fuerza del Partido Comunista, que ahuyentó los votos hacia la derecha.
Todavía quedan 17 % de indecisos y 11 % cuya opción no es definitiva. Puede haber algunas sorpresas en la primera vuelta.
Ver el sondeo de IPSOS del 20 de abril (en francés).

1 comentario:

  1. Bastante acertados los pronósticos de Ipsos no? Por acá los franceses horrorizados por la performance de la ultra derecha y el achicamiento de Melenchon...On va voir...La otra nota muy significativa y en eso hago un paralelo con el momento que se vive en el mundo, es la altísima participación de votantes, nada frecuente en un país donde no es obligatorio el voto...Me parece que si aumenta la participación, hay esperanzas para el mundo...

    ResponderEliminar